martes, 18 de marzo de 2014

Echar de menos...

En un mudanza hay cajas, mi pequeña Miriam, que nunca acaban de desempaquetarse. Esta es una caja especial. Una caja que no ha sido enviada, que no se facturó...Una caja que simplemente, vino conmigo. Una caja que guarda un motor que dejó de rugir hace casi un año y que palpita en lo más profundo de mí, imperceptible esperando volver a latir con fuerza muy pronto.

Mientras tú nos vas regalando preciosos inicios, nosotros nos enfrentamos a un comienzo peculiar: VIVIR EN UNA NUEVA CIUDAD, en un nuevo país.
Los principios son apasionantes pero también difíciles. Aterrizar en nuevo país, dejar todo lo que mueve parte de tu mundo en España: tu familia, tu vocación, lo que era tu vida...Aventurarse a ponerte a prueba e intentar hacer de los desconocido un nuevo hogar.


Durante este comienzo asalta mucho la soledad en mi día a día. Y es que los principios, requieren de finales y me final (o prefiero pensar en paréntesis) en el cole, tras casi 8 años de pasión, ha dejado en mí un gran vacío. 

Echo de menos sus caras a primera hora de la mañana, la oración, tener la mesa llena de agendas para dar cita a los padres,de controles para corregir, de cuadernos que revisar...

Echo de menos sus besos, sus abrazos porque sí, sus "que guapa estás profe" el día que peor te encuentras, sus superaciones, inquietudes, peleas y reconciliaciones.

Echo de menos las conversaciones con mis compañeros, las bromas entre nosotros, la sabiduría de los que llevan años en esta profesión, aprender de ellos, las sorpresas que cada día traía consigo... Entusiasmat, los nuevos retos...

Echo de menos corregir, las pinturas de colores, las gominolas, inventar nuevas formas de despertar en ellos las ganas, el cansancio de quien piensa que a veces habla para las paredes, la tristeza de ver al que se esfuerza y sigue sin lograr llegar a lo que llaman "mínimos"...

Echo de menos los cortos minutos para comer, las bromas con el personal del comedor, la espera de aquella mujer que siempre miraba la comida y se iba sin más, el día que tocaba cocido y eso significaba que comíamos fuera, los viernes soleados comiendo en una terracita todos juntos...

Echo de menos no haber acabado un mes y ya tener el siguiente lleno de fechas marcadas, desear que lleguen las vacaciones para coger fuerzas...

Echo de menos las reuniones, la Pastoral, nuestras conversaciones sobre ello, sobre la educación, sobre la vida, ser oveja negra, tener pastora...

Echo de menos las notas de los padres que te hacen plantearte tu vocación, que consiguen hacerte llorar y dudar de ti (a veces es un buen ejercicio de autoevaluación y superación), el abrazo de los compañeros arropando tu labor, su apoyo incondicional...

Echo de menos los padres, compañeros, personal del cole que te dan su cariño, las palabras de gratitud, el reconocimiento a tu labor, las miles de anécdotas que se viven en un colegio.

Los inicios son difíciles, mi pequeña, pero no podemos quedarnos parados en la tristeza, en la soledad, en los recuerdos...porque sino, nos perderemos todo un mundo nuevo por descubrir. Estos momentos también forman parte de la vida.



Hoy toca quitarse los zapatos rojos, dejar a un lado el camino de baldosas amarillas que prometen llevarte de nuevo a casa. Porque este es hoy nuestro hogar, este es el día que nos regala la vida y mientras lo saboreo y lucho contra la soledad y la añoranza que acechan escondidas en los días grises... Miro al frente y sueño con el día de volver a entrar en un aula...

6 comentarios:

  1. Tengo los ojos llenos de lagrmas... me siento muy identificada contigo en muchas de las cosas que cuentas. Me da tanta pena por los ninhos que han dejado de disfrutar cada dia de una profe espectacular... y siento tanta admiración de que hayas dejado tu pasión momentáneamente a un lado por empezar esta nueva aventura..... Pero una cosa estoy segura cuando vuelvas no dentro de mucho tiempo a entrar en un aula todas esas sensaciones que en un momento dado, te han hecho estar triste ahora te habran hecho mas fuerte, mas madura e incluso habrán reforzado tu vocación!!!! Un besazo bostoniano

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    1. Muchas gracias Pau, sé que me entiendes y confío en que llegará el día en que el cambio se convierta en la nueva vida. Me encanta saber que estás al otro lado del blog y de alguna forma siento que vivimos esto juntas :-)

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  2. Con estas palabras de añoranza se demuestra de qué pasta está hecha una profesora que adora su trabajo. Aunque el día a día en el colegio no pueda ser posible, sigue saboreando el presente con tu pequeño tesoro y con tu encantador marido, que los demás te recordaremos en la distancia, apostando a que dentro de un futuro no muy lejano volverás a experimentar la emoción de entrar de nuevo en una sala llena de pequeños deseosos de compartir contigo una gran experiencia. Un besazo enorme desde Getafe

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    1. Gracias María, por tus palabras, por dedicarme un ratito en tu ajetreada vida. Sé que tú conoces muy bien lo que es entregarte a tu vocación...Por eso, que mis palabras de añoranza te hagan valorar la suerte que tienes (aunque te lo has ganado y lo luchas cada día) de poder dedicar tanto de tu tiempo a lo que te mueve por dentro...Recibo el besazo con mucho cariño ;-)

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