martes, 8 de abril de 2014

Uk is different

LLevamos ya dos meses y medio aquí, mi pequeña Miriam, y creo que hay cosas a las que no sé si me llegaré a acostumbrar... Lo bueno es que cada problema trae consigo la necesidad de buscar solución y eso siempre ayuda a desarrollar la creatividad o simplemente la capacidad de amoldarse.

1) La falta de persianas: fue el inglés Edward Bevan en el siglo XVIII, quien dicen ""perfeccionó" las persianas venecianas. En esa perfección se debieron de quedar, porque en un país que amanece a las 6 y en invierno ya se empieza a notar la claridad a las 5...¿ por qué no han llegado aquí las persianas que tenemos en España?. Aquí una servidora, sensible a la luz para dormir, no tiene más remedio que usar antifaz aunque eso no pueda luchar con el "despertar inoportuno" que tú nos produces jejeje. Solución: ando con varios inventos en mente...de momento antifaz.

2) La moqueta: confirmo que aísla bastante la habitación del frío, pero digo yo que para eso ya tenemos la calefacción tan maravilloso. Si bien, la moqueta se convierte en un magnífico campo de investigación cuando entras a una vivienda de alquiler. En ella puedes encontrar restos de quién sabe qué, cómo y cuándo...Todo producto de limpieza se convierte en una ilusión desvanecida al poco de usarla...La cosa se complica cuando tú ya vas intentando gatear. Pronto esa alfombra de juegos, de la que no te atreves a salir, no podrá controlar tus ganas de investigar y descubrir mundo. ¡Y qué mundo el de la moqueta! Solución: (buscándola)

3) El tiempo: comenzaré confesando que me lo esperaba peor pero el sol de España no tiene competencia (aunque no nos podemos centrar en este largo invierno que está azotando Madrid). Si bien, el cielo es gris y la humedad y el vientecillo es una constante. Algo positivo tiene esto del tiempo, cuando hace sol o suben un poco las temperaturas, la gente enloquece y exprime al máximo el día en la calle. Y de esa locura ya nos estamos empezando a contagiar. Solución: tener planes de exterior buscados y planeados para cuando llegue el día.

4) Cruzando calles: lo de que aquí los coches se conduzcan por el otro lado no iba a ser problema puesto que no tengo , de momento, miramientos de conducir pero... ¡ay señor lo que supone andar por la ciudad! Si a la dificultad de estar acostumbrada a cruzar mirando de una forma, se une el desconocimiento de si la calle es de una dirección o de dos y el ir empujando un carrito. Además, los semáforos duran poquísimo a lo que yo me planteo ¿tan buena forma física tienen aquí los mayores?. Tras dos meses, empiezo a sentirme cómoda andando por la ciudad pero al principio era un auténtico estrés. Solución: salir de casa media hora antes de lo previsto para torear los imprevistos.

5) El tranvía: el centro de Mancheseter está unido y recorrido por tranvías. La verdad es que es una maravilla: cómodo y eficaz pero justo una de las zonas que más transito (Picadillys garden) es la unión de muchos de ellos. Cruzar por ahí es todo un reto porque las vías no te indican por donde va a venir el tranvía...Cuando la gente se cruza y el tranvía se va acercando pitan así que te pasas el camino escuchando los pitidos y mirando asustada si eres tú la causante de ellos ;-) Solución: cada vez que oigas el pitido saluda como cuando estás en el pueblo y dices eso de...¡Eh! levantando un brazo...para después preguntar al que va contigo ¿quién era el que nos ha pitado?.

6) La cola para pagar en el Aldi: El Aldi es un supermercado al que vamos mucho por calidad, precio y cercanía a casa. Si bien, a la hora de pagar se forman colas enorme para ir pasando a los 20 cajeros que hay. Tras varias observaciones he llegado a pensar que en la entrevista de trabajo hacen pruebas de velocidad porque es tremendo el ritmo al que te reciben, pasan los productos y te cobran. Me genera una angustia... Imaginaos...con una mano empujo el carrito cuando me dicen el número de la caja, con la otra llevo la cesta con lo que he comprado...Colocas el carrito en posición estratégica porque sino te metes en la caja de al lado. Vas dando los productos y en lo que tú das uno, ya tienes dos esperando a que los guardes. Me voy agachando al mayor ritmo que puedo a dejar las cosas debajo del carro, dentro de mi mochila, de la bolsa... Se convierte en una partida de tetris nivel 9 cuando empiezan a bajar las piezas con mayor rapidez y encima no viene ni una de las que necesitas... Solución:buscar una hora que haya menos gente y practicar en casa con cronómetro.

7) Menú del día: llega el fin de semana y para cambiar  y aprovechar al máximo el día algunas veces se torna comer fuera. Esto que en España se convierte en un placer, aquí es una aventura. Da igual el tiempo que tardes en buscar un sitio para comer, en todos te ofrecen el mismo tipo de comida, mismo precio y según te levantas al haber acabado tienes la sensación de que has merendado. Añoro esos restaurante con su menú del día en los que hasta el momento de "postre o café" te quedas con el postre. Normal que aquí a las 6 se tenga hambre... Solución: a las 6 merendar de nuevo ;-)

8) Las puertas: las puertas de los pisos (al menos los del centro) están provistos de códigos para poder acceder dentro. Así, para llegar a mi casa tengo que pasar 3 puertas con sus 3 códigos diferentes y luego llego a la mía propia donde hago uso de las apreciadas llaves. Los códigos son de números y letras...Yo ya llega un momento que no sé si el número que meto es el de la puerta, el del banco o mi contraseña de facebook. Otra pequeña lucha con las puertas de las casas que en vez de visagras usan una especie de cadena y necesitan de un "pie" que las sostengan o se cierran solas. Solución: he hecho una foto a un papel con todas las contraseñas de las puertas y lo tengo de fondo de pantalla del móvil.

9) La falta de algunos productos y el desconocimiento de otros: aunque vamos encontrando poco a poco productos que usamos en nuestro día a día (encontrarlos es como un tesoro), todavía hay productos que no encuentro y que añoro: la colonia para bebés, obleas para hacer empanadillas, embutido rico rico, pan rallado, yogur bebido... Comprar hace que lleve conmigo el traductor en el móvil, nunca hay que fiarse de lo que crees que es por el dibujo. Cosas como diferenciar suavizante de detergente o saber para qué vale cada producto de limpieza o que tipo de bebida es esa...son auténticos retos del día a día. Ni que decir tiene comprar para hacer los purés para ti. Solución: llorar a los papis los productos que faltan y que te los envíen por caja / coger de la biblioteca un libro de recetas para bebés con los ingredientes que aquí encuentro.

10) Y sin lugar a dudas, lo que no podía faltar de cosas que añoro es a mi familia y amigos. Tener planes los fines de semana, tener el cariño de la gente que te quiere cerca, que te vean crecer, que te cuiden mientras mamá va a hacer algunos recados sola, sus abrazos, sus caricias... Solución: ¡¡VENID A VERNOOOOOSSSS!!

Las navidades que supimos que nos íbamos, mi pequeña, salió un anuncio de la marca Campofrío que decía "puedes irte pero no hacerte". Yo pienso que es bonito hacerte al sitio donde vives,:entender sus costumbres, respetarlas, vivirlas... Eso acaba enriqueciéndonos de alguna manera. De hecho en mi próximo post te contaré 10 cosas que me encantan de vivir aquí.

Y ahora LET´S GO!! dispuestas a conquistar la calle, laciudad, el país y por qué no, a estos ingleses...




1 comentario:

  1. Genial Sara!! Cuanta razón tienes! Me recuerda a mis andaduras en aquellos lugares! Disfrutad de la aventura en familia! un besazo para los 3!

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