miércoles, 29 de enero de 2014

La felicidad tiene un peso...

Desde el minuto uno las dos palabras que nos acompañaron fueron "esperanza" y "confianza". Dos palabras preciosas que tendemos a usar muy a menudo pero que traen consigo una gran carga para aquel que se aferra a ellas. Confiar y tener esperanza libraban una gran batalla, una misma lucha... Palabras que, bajo mi parecer, hubieran sido inaguantables de no ser por nuestra Fe.

Y así, nos acompañaron en una guerra que duró más de un año, en una lucha que llamaba a la rendición y la desesperación. Pero, solo soñarte e imaginarte te llenaba de nueva fuerza para continuar.

Sin avisar, sin saber si estábamos o no preparados y mucho antes de lo que te esperábamos llegaste a este mundo. LLegaste poniendo todo patas arriba, llenando los últimos días de miedos a perder todo lo logrado, a dejar de sentir tus patadas, tu hipo mañanero, tu inquietud durante la noche... Y nosotros, no hacíamos más que pensar que los valientes no son aquellos que no tienen miedo, sino los que ponen ese miedo en manos de Dios.

¡Llegaste a este mundo!Apenas unos segundos para ver tu cara, para sentir tu olor,para darte un beso

y dolorida, triste y agotada tras el mayor reto que la vida me ha prensentado jamás...confirmé que se puede amar a alguien mucho antes de conocerle y que la felicidad tiene un peso... 1465 gramos.

Ahora te tocaba a ti seguir luchando...

5 comentarios:

  1. Para mi la palabra que os define es LUCHADORES!!! Un besazo Bostoniano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pau. Creo que podríamos compartir esa palabras aunque sea de diferente forma jejeje. un abrazo enorme

      Eliminar